Friday, November 08, 2019

La Cama de Agua


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La Cama de Agua

La primera cama de agua que vi en mi vida fue la de Don Eric y Doña Tilcia Price, en su casa de la finca de Corredores. Cuando la instalaron, con Rex, Andy y Dicky jugábamos o pretendíamos que las burbujas de aire atrapadas en el colchón eran aguamalas o peces.

Me imagino que de allí Don Eric, que era uno de los mejores amigos de Pipo, le dio la idea y el contacto para que se comprara su cama de agua.

La famosa cama de agua llego a la casa de Corredores. Tenia un precioso marco de madera de teca con cabecera que hacia de librero, con dos mesas de noche a los costados. Ya Alfre, Pacho y Ani se habían ido al norte a estudiar y Sandy yo cabíamos confortablemente con los viejos en la cama.

Después cuando nos fuimos a Santa Marta fui yo el que puso el colchón y lo lleno de agua en la casa de la avenida Libertador. Era divertido y fácil. Primero se inflaba con aire para ver si tenia fugas. Eso era a puro pulmón. Después se colocaba un forro de plástico en el marco de teca que vino de Corredores y finalmente se llenaba el colchón con agua con una manguera que venia desde el garaje por la ventana al cuarto de los viejos.

La cama era el tema de conversación de la familia. Todo el mundo tenia que ver con la bendita cama de agua y entraba al cuarto de los viejos a verla y hasta acostarse en ella. Desde los viejos hasta los mas jóvenes. Hasta el tío Jose llego a probarla un día que no estaban los viejos y después le costo salirse de ella. 

El Viejo disfrutaba su cama de agua. Le encantaba tirarse sobre ella y ver  como la ola que creaba levantaba a Rafa hasta ponerla sobre el borde del marco, y luego la regresaba a su lugar. La cama de agua se mantenía fresca en el calor de Santa Marta.  El par de veces que se perforo la cama fui yo el que la arreglo. Vaciarla, llenarla de aire, buscar la fuga, parcharla como una llanta de bicicleta, probarla y finalmente volverla a llenar de agua. Siempre había que hecharle un chorrito de cloro adentro para que no se le creara moho o algas.

En una de las tantas plomeras que hubo en la esquina de la avenida Libertador me acuerdo que Rafa me dijo –“No te levantes nene-“ y yo le respondí que en realidad me estaba era hundiendo mas dentro de la cama de agua. Sintiéndome protegido por las duras tablas de te teca del marco de la cama.

Después la cama de agua nunca llego a Golfito cuando regresamos de Santa Marta. Me imagino que a los viejos les gusto mas la gran cama enorme que tenían arriba en su cuarto. Nunca supe que paso con su gran cama de agua. Si se perdío, se daño, la vendieron o regalaron. En fin de allí pasaron a su cama doble king que paso por Puerto Armuelles y despues llego hasta Santa Marta.


Por Marta Perez -

LA CAMA DE AGUA

La saga continúa...

La cama de agua la heredamos nosotros !
Alfredo se la llevó a Bogotá y fue nuestra cama , cuando vivíamos en la casita azul sobre una colina, en  las afueras de Suba, en el campo, al norte de Bogotá , ahí hubo que ponerle   calefacción y el agua era tibiecita, algo muy agradable en el frío de la sabana Bogotana , fué una época super especial para nosotros , lugar de encuentros domingueros  con los amigos en nuestra casita campesina , que además tenía una estufa de carbón con horno y agua caliente , eran los atráctivos principales de la casa , la cama seguía como en sus viejos tiempos, causando sensación a grandes y  a chicos y  más aún , por aquello de  su temperatura, todos se tiraban a probarla.. en Bogotá se estilaba salir al "norste" a pasear así que nuestros amigos nos visitaban en el campo ,, organizabamos  comelonas con torta incluída para aprovechar el horno.. y deleitarnos con la hermosa vista de la sabana de Bogotá
Y al igual que en otros tiempos ,, todos hablaban de la cama de agua tibia!!

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